Países: 10
Ciudades: 24
Estados Independientes: 1
Horas de tren: Infinidad
Amigos: Muchos
Panini: Incontables
Pizza: Todas
Vino: Demasiado
Airbnb: 10 maravillosos Hosts
No exagero cuando digo que este viaje me cambio la vida.
Y no solo es el viaje, va mas allá. Es el cambio de perspectiva. Es la valentia de vender todo lo que tenía, de poner lo que me quedaba en cajas. Dejar una vida armada atrás… con un pasaje de ida en la mano.
Yo no tengo un lugar a donde volver. Lo que me da la libertad de elegir. Yo no tengo una casa “de mi familia” a la que llegar. Tengo una familia, pero no tengo “mi casa” propiamente dicho. Yo no tengo la habitación de mi adolescencia, eso desapareció, como desapareció mi vida de Buenos Aires. Como la que era yo en Buenos Aires desapareció.

Con el tobillo de la suerte 😉
Nada de este proceso de irme me dio miedo. Si tuve y tengo inseguridades y dudas. Pero jamas deje que el miedo me guiara. Y si por momentos me invade, lo recibo, pero sigo adelante. El miedo puede venir conmigo o no, pero ya no me entra mas nada en la valija.
También aprendí a despojarme de lo material. No tengo nada más. Vendí todo menos mi ropa. Lo que tengo esta en cajas en la casa de mi mejor amiga, pero me di cuenta que ni siquiera eso es indispensable para mi.
Hace tres meses que vivo con lo que tengo en la valija, que no es mucho, pero pesa. Lo mas preciado son mis libros y los regalos que me han dado. Viajar ligero, por el mundo y por la vida es la mejor opción.
Hace tres meses dejé aquella vida (y la persona que era). Y aunque parezca poco… 90 días es un poco más que suficiente para ver la vida de otra manera. Y no solo la vida, sino a mi misma.
Yo nunca tuve tanta confianza en mi, y se que suena como falsa modestia, porque sí me paso de todo. Y sobreviví. Pero este viaje significó mas para mi que la recuperación del accidente que me cambio para siempre. La acción de desarmar mi apartamento e irme, fue lo mas importante que hice por mi. Y eso me dio la confianza en mi que nunca tuve.
Me costo tanto acomodar mi vida en Estados Unidos. Tanto. Parecía una historia de nunca acabar… Pero lo logre. Y por esa misma razón (porque me costo demasiado) IRME fue una gran proclamación de libertad.
Este es el comienzo. Soy una buscadora. Quiero descubrir.